La vida runner de una boxeadora olímpica

Como cualquier corredora de fondo que se toma en serio el atletismo, Eva se calza las zapatillas cada mañana y sale a rodar por espacio de una hora o una hora y media por las inmediaciones de La Nucía, una pequeña localidad alicantina donde lleva años instalada. Allí ya la conoce todo el mundo. No es una deportista más que tiene como hobbie pasar momentos divertidos junto a sus compañeros. Hablamos de una medallista olímpica que debe financiarse sus propios viajes para competir en campeonatos del mundo y competiciones internacionales.

Todo comenzó a finales de los noventa, cuando un buen día un amigo le invitó a presenciar una clase de Kick Boxing, una modalidad que con el tiempo ha ido ganando adeptos en nuestro país. Más por curiosidad que por atracción, la joven Eva María empezó a practicarlo sin pretensión alguna. Por aquel entonces ni siquiera podía imaginar todo lo que ocurriría en los años venideros. Tampoco que algún día tomaría un avión con destino a Tailandia para luchar por un campeonato del mundo.

Han sido muchos años de entrenamiento y sacrificio dentro del tatami. Siempre a las órdenes de su maestro, Eduardo Martín, nuestra protagonista logró este año ser subcampeona de España de boxeo, una disciplina en la que luchó por primera vez. Pero su especialidad es el Viet Boxing y el resto de modalidades que forman los llamados Deportes de Combate. "Entre los que yo compito están el Full Contact, el Kick Boxing, el K1, el Muay Tahi y también el boxeo americano", nos explica minutos antes de entrar a dar clase.

Y es que además de deportista de alto nivel, Eva María Naranjo es profesora de Deportes de Contacto, árbitro nacional y, en ocasiones, seleccionadora de la Comunidad Valenciana de cinco de estas disciplinas. Una mujer completa que no concibe su vida sin el running. El atletismo es una pieza clave en su entrenamiento, tanto que nos asegura que si se dedicara únicamente a correr podría ser competitiva en las carreras en ruta.

Su entrenamiento no se limita al habitual rodaje suave para mantener la forma. Eva María reserva un día para hacer cuestas, otro para hacer series, e incluso fartlek. También ejercita la flexibilidad, la musculación y los abdominales. Todo es necesario para ser la mejor dentro del Rin. "El running es importantísimo en mi disciplina. Correr me ayuda a la hora de entrar al tatami y empezar a golpear el saco o hacer combates. De hecho, cualquier boxeador debe ir a correr", dice.

Medallista Olímpica

Como a cualquier amante del running, a Eva María le encantan las carreras populares, aunque por ser deportista de alto nivel es un mundo restringido para ella. Solo participa en carreras cuando su agenda se lo permite. Su agenda y su entrenador, por supuesto. "Eduardo no me deja correr algunas veces por riesgo a lesionarme. Quería hacer la Media de Benidorm, pero una semana después es el campeonato del mundo y no puedo arriesgarme", nos comenta.

Además, la boxeadora alicantina no es una de esas corredoras que pueda inscribirse a una prueba y tomársela como un entrenamiento. No sabe. Su espíritu competitivo siempre la lleva a darlo todo y a dejarse la piel incluso en un deporte que no la reporta medalla alguna. La San Silvestre de La Nucía o la carrera Nou de Octubre son dos pruebas que nunca perdona.

Fiel a sus principios, Eva María Naranjo tan solo desea transmitir deportividad a los alumnos que acuden a sus clases. Desde luego, por dinero no es. A día de hoy nadie en el mundo puede vivir de competir en Deportes de Combate, al menos en categoría femenina. Solo un puñado de elegidos que disputan una liga masculina de K1 y donde el premio para el ganador asciende a 400.000 dólares.

"A deportes minoritarios como el nuestro casi no nos prestan atención. Yo he sido cinco veces campeona de Europa, cuatro del mundo y he logrado un oro olímpico en Muay Thai y no he tenido repercusión mediática alguna. Tendrá que pasar mucho tiempo para que estos deportes tengan su espacio", dice nuestra protagonista con resignación.

Para entonces Eva María Naranjo ya habrá colgado los guantes. Continuará luchando en el 2013 a buen nivel, pero a sus 34 años cree que en el 2014 dirá adiós a la alta competición. Cuando eso ocurra tiene muy claro a lo que se va a dedicar. "Correré medias maratones, maratones y las carreras que quiera sin ninguna preocupación". Una buena base de entrenamiento, desde luego, no le va a faltar.