La fascitis plantar (FP) es una lesión de la aponeurosis planta. Esta aponeurosis o fascia conecta el talón a la base de los dedos del pie. En los deportistas, la causa más frecuente de dolor en el talón es la fascitis plantar, que es una afección dolorosa crónica en la inserción de la fascia plantar sobre el calcáneo. El dolor puede sentirse en el talón, especialmente cuando se eleva tras un reposo prolongado. Caminar o correr, especialmente sobre superficies duras y con los músculos posteriores de la pierna tensos, hace al deportista más susceptible a esta lesión, así como también ser mujer y/o tener sobrepeso, Los arcos del pie altos o caídos y un calzado incorrecto pueden favorecer también esta lesión.
Es una lesión que pudiera limitar no solo la evolución del corredor sino también podría afectar a su vida personal y laboral.
La fascia plantar, también llamada aponeurosis plantar, es un tejido denso y fibroso que se origina desde la tuberosidad del calcáneo hasta las cabezas metatarsianas, y es importante para el soporte del arco longitudinal del pie. Cuando la musculatura posterior de la pierna (gemelos, sóleo) está tensa, este tejido fibroso está sometido a tensión. Cuando se produce un movimiento repetitivo del tobillo, con la zona posterior de la pierna en tensión, acortada por falta de flexibilidad, contracturas, etc, puede irritar este tejido fibroso plantar, lo cual conlleva a la inflamación local de la misma y dolor en la zona del calcáneo.
Por otro lado, como consecuencia de una tracción crónica de la fascia, se producen microrroturas en la aponeurosis y degeneración de las fibras de colágeno. Con el paso del tiempo la afección puede promover el desarrollo de un espolón en el talón (calcificación en la inserción del calcáneo). Estos espolones se observan con facilidad en las radiografías.
Habitualmente su evolución es autolimitada en un año. Se presenta con mayor frecuencia en personas entre 40 y 65 años.
· Musculatura posterior de la pierna tensa.
· Poca flexibilidad del de la musculatura posterior de la pierna (gemelos y sóleo) e incluso del muslo (isquiotibiales) y del tendón de Aquiles.
· Carreras sobre superficies duras de forma prolongada.
· Calzado inapropiado.
· Obesidad o sobrepeso.
· Pie plano con excesiva pronación del antepie.
· Problemas del arco plantar (pie cavo).
· Errores en el entrenamiento.
· Sobreuso.
· Hiperpronación.
Los pacientes suelen experimentan dolor localizado en la región inferior del calcáneo, en el talón, cuando soportan peso, también suele aparecer rigidez matutina significativa. En los casos leves el dolor sólo aparece al comienzo del entrenamiento o cuando el paciente se levanta de la cama por la mañana. En los casos más graves, todos los pasos desencadenan dolor.
El dolor puede empeorar después del ejercicio o cuando se eleva después de un descanso prolongado. Puede ser paradójico, pero en algunos pacientes el dolor puede disminuir con el ejercicio, pero vuelve una vez se ha detenido la actividad.
La fascitis plantar que no se trata puede producir dolor crónico capaz de alterar la marcha o la carrera. Esto puede causar a su vez problemas en la rodilla, cadera y espalda.
· Reposo deportivo.
· Antiinflamatorios no esteroideos tipo ibuprofeno, diclofenaco,...
· Tratamiento de fisioterapia: ultrasonido, masaje local, masaje de la musculatura posterior de la pierna y el muslo, estiramientos activos facilitados de la cadena posterior de la pierna y muslo, estiramientos activos facilitados de la propia fascia plantar, Fortalecer los músculos de la pierna, fortalecimiento de la musculatura intrínseca del pie, etc.
· Infiltraciones con corticoides, con un máximo de tres sesiones. En ocasiones se resuelve con una, pero no siempre es así. A los efectos secundarios de los corticoides hay que añadir el riesgo que presenta de rotura del tejido, puesto que la infiltración del medicamento se realiza en la misma fascia.
· La utilización de una plantilla especial con gel central puede mejorar significativamente la sintomatología.
· Homeopatía.
· Medicina biológica utilizando medicamentos biorreguladores que modulan la inflamación, en inyecciones superficiales en el talón o por vía oral.
· La acupuntura tiene demostrada su utilidad en los procesos dolorosos. Suelen ser necesarias varias sesiones para su resolución. Habitualmente se realizan 1-2 sesiones por semana hasta su mejoría.
· Como última opción está la cirugía que se optará cuando ha fracasado el tratamiento conservador explicado con anterioridad durante 6-12 meses. Consiste en la resección del tejido inflamado y descompresión nerviosa. El 70% de los casos se resuelven con satisfacción.
La mayoría de la gente con fascitis plantar se recupera por completo después de unas pocas semanas o meses de tratamiento.
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Colaboradores Área de Entrenamiento: Jerónimo Bravo y Miguel Ángel Rabanal. Área de Material: Fernando Chacón y Kike de Diego Álvarez. Área de Salud: Enrique García Torralba y Alberto Sacristán. Área de Nutrición: Viviana Loria Kohen y Miguel Ángel Rabanal. Área de Carreras: Ignacio Mansilla y Alejandro de Ancos. Área de Trail: Miguel Caselles, Juan Antonio Alegre y Juanma Agejas. |