El running sigue siendo un deporte de moda en España por muchos factores: su práctica es barata, genera unos importantes beneficios sobre la salud y la participación en carreras populares engancha al que lo prueba. En general, a lo largo de los últimos meses las principales carreras populares de nuestro país han seguido sumando participantes aprovechándose de esta tendencia al alza de la práctica del running. Sin embargo, no son aislados los casos de carreras emblemáticas cuyos números han disminuido en este ejercicio, incluso de forma significativa, algo que podría ser puramente coyuntural o un síntoma de que el crecimiento está experimentando un retroceso.
Para realizar este estudio hemos tomado como base el número de corredores llegados a meta en 30 de las carreras más importantes de nuestro país. Siempre hemos creído que este es un dato mucho más real que el número de inscritos por varios motivos. En primer lugar hay un porcentaje de corredores que se inscriben en la prueba solamente por recibir la bolsa del corredor y el resto de obsequios del organizador, otros se inscriben por afinidad con el club o entidad promotora del evento pero sin intención real de participar, otros sufren algún tipo de lesión o impedimento de última hora que les impide tomar parte de la carrera, etc. También tradicionalmente algunos organizadores han engordado el número de inscritos para vender mejor el éxito de su prueba. Sin embargo, el dato de atletas que cruzan la línea de meta es totalmente real y permite hacer una radiografía mucho más fiable y detallada de la situación de las carreras populares en nuestro país.
El estudio realizado presenta datos muy significativos. De las 30 carreras analizadas, 17 han experimentado un crecimiento positivo a lo largo de la temporada, liderando este ránking el Medio Maratón Ciudad de Santander con un 32,94%, y también destacando en este pódium de honor el Maratón de Sevilla (26,70%) y el Maratón Ciudad de Málaga (23,91%), si bien en este último caso venía de un importante descenso del año anterior. Otras carreras emblemáticas de nuestro país, como la San Silvestre Vallecana, el Rock and Roll Maratón de Madrid o los medios maratones de Madrid y Barcelona siguen creciendo pero de forma más moderada.
También entre las carreras de la temporada se han producido pinchazos significativos. El más llamativo de ellos ha sido el del Zurich Marató de Barcelona, que el año anterior había batido todos los registros de participación y que este año se ha tenido que conformar con clasificar a 14.778 atletas en meta, lo que supone un 9,61% de retroceso. Otras carreras importantes que han visto números rojos este año han sido el Maratón Ciudad de Castellón (perdió un 6,15%) o el Medio Maratón Internacional Villa de Santa Pola con nada menos que un 21,89% de retroceso.
En el promedio, la subida de las 30 pruebas analizadas ha sido de 3,45%, lo que implica una disminución sobre lo registrado el año anterior (5,10%). También el año pasado se produjeron subidas de participación más significativas como la del Maratón Divina Pastora Valencia (45,31%) o el Gran Canaria Maratón (40,61%). Por lo tanto, se podría decir que la tendencia al alza se está moderando. Está por ver si las carreras populares están llegando a su límite de participación o se trata sólo de una reducción coyuntural.
Una vez analizados los datos generales, vamos a detallar cuatro casos de las tres principales especialidades de la ruta (10 km, medio maratón y maratón) para ver cómo ha evolucionado la tendencia este año.
La tradicional San Silvestre Vallecana es considerada por la mayor parte de especialistas como la prueba con mayor tirón entre los populares de nuestro país, todo un fenómeno de masas que consigue agotar los dorsales en pocas horas. En la última edición de la San Silvestre Vallecana cruzaron la línea de meta un total de 33.700 corredores entre las dos carreras disputadas (San Silvestre Popular y San Silvestre Internacional, si bien la participación de esta última es apenas significativa en número, no así en calidad de participantes). Esto representa un crecimiento de un 4,91% respecto al año anterior (32.044 corredores en meta). Aunque la prueba madrileña sigue sumando adeptos, es significativa la reducción en el porcentaje respecto al año anterior, puesto que de 2010 a 2011 sumó un 13,64% más de corredores.
Es difícil saber si la San Silvestre Vallecana está llegando a su límite de participación, sobre todo por la limitación impuesta por la organización cada año en el número de participantes debido a problemas logísticos y a la propia capacidad de las calles por las que discurre la prueba. A buen seguro que si no se cerrara la inscripción al llegarse al cupo previsto, la carrera podría contar con muchos más participantes. La organización sigue buscando alternativas en cada edición a la creciente demanda de corredores.
Otro caso práctico de éxito de participación en España lo constituye el Medio Maratón Villa de Madrid, la carrera sobre los 21,097 km más popular de entre las que se disputan en nuestro país y la primera que consiguió alcanzar los 10.000 llegados a meta sobre esta distancia. Esa cifra quedó ya muy atrás hace varias ediciones y, en la última, disputada el pasado 7 de abril, la prueba madrileña vio cruzar su línea de llegada a un total de 15.943 corredores, nada menos que un 13,93% más de corredores respecto a su edición de 2012 (13.722).
A diferencia de lo que ha ocurrido con la San Silvestre Vallecana, en este caso el porcentaje de crecimiento sí que ha aumentado respecto a la temporada anterior, que fue del 10,54%, lo que obliga a los organizadores a pensar ya en alternativas para un recorrido que se va quedando pequeño ante la ingente cantidad de atletas que se van sumando a la prueba.
En el terreno de los 42,195 km la batalla por la hegemonía en nuestro país ha estado centrada en los últimos años en los maratones de Barcelona y Madrid, con el permiso de otras pruebas como Valencia o Sevilla que están experimentando un alto crecimiento. En 2012 el Zurich Marató de Barcelona vivió un espectacular aumento de participación con un 24,83% más de corredores, lo que le situó como el líder en este concepto en España con 16.198 clasificados en meta. Sin embargo, este año ha sufrido un retroceso importante del 9,61% al haber clasificado a 14.778 corredores. No obstante, sigue siendo la prueba de referencia en la distancia de Filípides.
Tras unos años que ha cotizado algo a la baja en relación a Barcelona, hemos de decir que el Rock and Roll Maratón de Madrid ha espabilado al menos en cuanto a participación se refiere, ya que la última edición del maratón madrileño fue criticada por otros aspectos organizativos. Además, ya hace unos años añadió una prueba de 10 km y en esta ocasión ha sumado también un medio maratón, lo que hace que la cifra de corredores llegados a meta en el conjunto de las tres carreras se dispare hasta 20.665 clasificados, lo que supera ampliamente en el global a lo registrado por Barcelona. Si nos centramos exclusivamente en la prueba de los 42,195 km también Madrid ha vivido un mayor avance en participación con 10.462 corredores en meta (4,81% más que la edición anterior) ayudado en parte por una agresiva campaña de márketing. A pesar de ello, se aprecia un descenso respecto al año anterior (13,82%) que ha podido ser derivado hacia la nueva prueba de medio maratón programada conjuntamente.
Una vez analizado el crecimiento que han experimentado en los últimos meses algunas de las carreras más importantes de nuestro país toca hablar del futuro. Es difícil hacer un análisis de hasta donde podrán crecer las carreras populares, si seguirán aumentando su número de participantes sin límite o si llegará un momento en el que empiecen a experimentar un cierto estancamiento. En cierto modo, el mundo del atletismo popular en nuestro país también estaba muy pendiente de la posible elección de Madrid como sede de los Juegos Olímpicos 2020 en una doble vertiente: por un lado era de suponer que ante un acontecimiento como éste la inversión pública y también la privada en el deporte iría en aumento y esto beneficiaría a la promoción y gestión de todos los eventos deportivos en general y, por supuesto, a las carreras populares en particular. Por otro, la designación de Madrid hubiera supuesto un revulsivo a la práctica deportiva, lo más probable es que muchas más personas hubieran comenzado a practicar actividades como el running, lo que habría redundado en un nuevo boom de la participación ciudadana.
Sin embargo, el pasado 7 de septiembre en Buenos Aires los miembros del Comité Olímpico Internacional prefirieron decantarse por Tokio y, por tanto, el futuro del deporte español en general se presenta incierto. Toca debatir y reflexionar mucho sobre todo lo ocurrido y buscar un nuevo modelo que refuerce las estructuras deportivas. No obstante, no creemos que el running se vea afectado en la misma medida que otras disciplinas deportivas. Ya hemos reseñado en otros análisis anteriores publicados en esta misma revista que se trata ésta de una actividad fácil de practicar, muy accesible a la población en general y con otras connotaciones de tipo físico y psicológico asociadas a su práctica. La crisis, en cierta medida, ha ayudado también a su expansión en detrimento de otros deportes más costosos. Por tanto, consideramos que todavía hay margen para que el atletismo popular siga mostrando su fortaleza aunque en algún momento es de suponer que alcanzará su cupo máximo de participantes. De momento, el running sigue montado en la cresta de la ola.
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