"Por las mañanas necesito casi una hora para levantarme de la cama. No puedo peinarme, ni fregar, ni partir un filete de ternera, ni siquiera hacerle un sandwich a mi hijo", comenta María Jesús. Esta valenciana de 30 años sufre artritis reumatoide, una enfermedad degenerativa y autoinmune que no tiene cura. Su musculatura está contraída y sus articulaciones inflamadas, incluso algo deformadas. Sabe que la situación es irreversible pero ha aprendido a vivir así a costa de sacrificio y voluntad. "Es mi propio cuerpo el que me ataca a mi misma", asegura.
Cuando apenas era una niña de 18 años el médico fue tajante con ella: "Tienes que dejar de hacer deporte, guardar reposo absoluto y mentalizarte para estar en una silla de ruedas. Es mejor que estudies unas oposiciones para tener facilidad a la hora de coger bajas laborales", le dijo de manera fría y despiadada. Sin información sobre su propia enfermedad, María Jesús se pasó tres días llorando y sin salir de su habitación, buscando en Internet un halo de esperanza que pudiera contradecir el pronóstico de su médico.
"Se me cayó el mundo encima. Me aplicaron una medicación bastante fuerte, con sedantes para los dolores y hubo una época en la que no podía hacer nada, me pasaba los días en la cama y me hice muy dependiente de mi madre. Tuve que abandonar el deporte e incluso le cogí manía al atletismo, tiré a la basura todas mis zapatillas de running", explica nuestra protagonista como si hubiera sucedido ayer mismo.
María Jesús asegura que jamás se le olvidarán aquellas palabras del doctor. Vinculada al atletismo desde que apenas era una cría, vivió momentos de mucho sufrimiento alejada de su deporte preferido. Tras ocho años en el más absoluto sedentarismo, asimilando que jamás volvería a calzarse unas zapatillas de correr, un día un grupo de amigos de Valencia le invita a salir con ellos a entrenar. "Me entró el pánico porque sabía que no podía, tenía un miedo horrible por mis hinchazones, pero accedí", nos confirma.
Aquel primer día, tras casi una década inactiva, María Jesús corrió durante seis minutos. Ni siquiera se puso unas zapatillas deportivas, fue a correr con unas planas de pasear. El segundo día ya hizo nueve minutos, y antes de que pudiera ser consciente de su vuelta al mundo del atletismo, se apuntó a una carrera popular. Ahí empezó la nueva vida de esta valenciana.
Sería únicamente cuestión de tiempo y entrenamiento volver a participar en pruebas de larga distancia. "En Valencia rehice mi vida, tuve un hijo y cuando me vi con fuerzas cogí un avión y me fui a Atenas a participar en el maratón. Desde entonces he hecho cinco carreras de ultrafondo y ahora estoy entrenando para mejorar mi marca en diez kilómetros. He perdido el miedo", dice con valentía esta enérgica corredora levantina.
Gracias a su espíritu de atleta, a día de hoy puede llevar una vida más o menos normal, aunque siempre con dolores en sus articulaciones. "Hay que tener muchísima paciencia y cabeza. Algunos días tengo unos dolores enormes que casi me impiden ir a trabajar, pero saco fuerzas para hacerlo porque quedarme en casa en el sofá no es la solución más adecuada", dice.
Su enfermedad empezó con las manos, los codos y los hombros, por lo que sus extremidades superiores están más afectadas que las inferiores. Gracias al atletismo sus piernas están más musculadas, aunque eso no le impide sufrir fuertes dolores a diario. "Me he acostumbrado a vivir así. Me di cuenta de que cuanto menos haces, el cuerpo menos te deja hacer. Lo acostumbras al sedentarismo. Pero si tú aprendes a reconocer los dolores y a convivir con ellos, puedes hacer deporte", dice María Jesús.
Desde que volvió a hacer ejercicio físico, la atleta valenciana se trata con un fisioterapeuta que la anima y la aconseja según sus momentos. Salir a correr ralentiza las deformaciones de sus articulaciones, pero es consciente de que la enfermedad no va a remitir. Y a veces paga las consecuencias. "Este año en el Maratón de Sevilla hice mi marca personal (3h:40), pero casi me cuesta llegar a gatas. Tenía unos dolores enormes y en el kilómetro 30 mi cabeza dejó de funcionar", explica.
A pesar de todo, María Jesús Navarro conserva la ilusión en su voz y el brillo en sus ojos. Los laboratorios Quinton le ayudan a diario con sus productos, lo que repercute en una mejora de la musculatura de la corredora. Además, tiene a su disposición a un médico nutricionista que la aconseja sobre la dieta. En el punto de mira tiene ya los 100 Kilómetros Madrid-Segovia, a los que acudirá solo una semana después de intentar el asalto a su marca personal en diez kilómetros. Una auténtica crack.
También te puede interesar:
|
|
|
|
Redacción Director: Redactor-Jefe: Redactor: Director Comercial: Diseño: |
Colaboradores Área de Entrenamiento: Jerónimo Bravo y Miguel Ángel Rabanal. Área de Material: Fernando Chacón y Kike de Diego Álvarez. Área de Salud: Enrique García Torralba y Doctor López Chicharro. Área de Nutrición: Viviana Loria Kohen. Área de Carreras: Ignacio Mansilla. Área de Trail: Miguel Caselles, Juan Antonio Alegre y Juanma Agejas. |