Cercedilla, punto de encuentro y de partida

Los amantes de las carreras de montaña también tienen su San Silvestre en la Sierra de Guadarrama de Madrid. 2.000 participantes, algunos de ellos disfrazados, evocan algunas imágenes similares a la carera que termina en Vallecas cada 31 de diciembre. Pero se trata de una prueba de Trail, de 12,4 kilómetros y con un incremento de elevación de 445 metros en la que participan numerosos oriundos del pueblo que Paquillo Fernández puso en el mapa deportivo mundial. En definitiva, nutrida de corredores más relacionados en su día a día con el running.

Si la primera edición de la carrera tuvo que aplazarse por las adversas condiciones meteorológicas, la IX Carrera de Navidad de Cercedilla - II Trofeo Trabuco Trail Race (última de las cuatro carreras que componen el circuito Asics Trail Series) sorprendió a quienes temían algo similar cuando reservaron los dorsales desde el pasado 4 de noviembre con una sensacional temperatura: entre 8 y 10 grados tanto a la salida como a la llegada en un día soleado a ratos.

A los ganadores, Abraham Tejedor (46:07) y María Luisa García (1h:01:21), campeones habituales en las pruebas madrileñas, les siguieron una legión de corredores que buscaron como objetivo realizar las primeras andaduras en la montaña, y que en el futuro seguramente se plantearán participar en pruebas de mayor dureza. Sin duda, el concurso en la prueba madrileña alienta a sus participantes a progresar en este área del running.

Más cuando predominó el buen ambiente, y gracias al favorable escenario los runners apenas mancharon las zapatillas. Eso sí, como toda prueba popular y multitudinaria, a pesar de hallarse bien organizada, le toca pagar su cuota, en el caso de esta carrera navideña un enorme atasco al poco de pasar el punto de avituallamiento en la segunda mitad de carrera. "Como la cola a las puertas del INEM", llegó a bromear uno de los participantes a modo de ejemplo de lo vivido durante la carrera para quienes tomaron la salida tras los 1.000 primeros.

Resuelto el tapón, los senderos de las subidas y bajadas fueron recorridos por los participantes formando una concurrida fila india y sin incidentes. Por el enrevesado recorrido final, ya en el casco urbano del municipio, se alcanza la meta con la sensación de llegar sin apenas enterarse. Con el clásico comentario repetido hasta la saciedad: "Me gustó aunque la variaron con respecto al año anterior. Aun así, repetiré". Hasta 2013.