La miel es una sustancia elaborada por las abejas a partir del néctar de las flores o de las secreciones procedentes de partes vivas de las plantas, que recogen, transforman, combinan con sustancias de su propio organismo (enzimas) y almacenen y dejan madurar en los panales de la colmena. Su consumo data de una antigüedad remota, y autores como Aristóteles u Homero ya la mencionan en sus obras. Además de edulcorar, da un sabor especial.
Su alta concentración en azúcares la convierten en un alimento muy calórico (330 calorías cada 100 gramos), por lo que puede resultar muy interesante como fuente de energía en la dieta de los runners. Los principales azúcares de la miel son fructosa (38%), glucosa (31%) y pequeñas cantidades de sacarosa (1-2%). Por tratarse de un alimento muy concentrado, no conviene sobrepasar la dosis de 50 gramos diarios.
Agua: aproximadamente un 20%.
Hidratos de Carbono: un 80 % de ellos proceden de sus azúcares: 38 % de fructosa, 32 % de glucosa, 5 % de sacarosa, y el resto de otros azúcares como maltosa, isomaltosa, rafinosa, etc.
Proteínas: en cantidades muy pequeñas y en forma de enzimas: diastasa, amilasa, invertasa, catalas, peroxidasa, lipasa.
Minerales: pequeñas cantidades de potasio, calcio, hierro, fósforo, magnesio, manganeso y cobre.
Vitaminas: presenta trazas de vitamina B1, B2, niacina (B3), vitamina A, C, D y E. Aunque se encuentran en pequeñas dosis, las vitaminas de la miel se conservan durante largos periodos de tiempo.
Ácidos orgánicos: málico, vínico, cítrico, láctico, oxálico, fosfórico, acético y fórmico. Su color oscilará de un ámbar claro a un castaño oscuro, dependiendo de su procedencia. Cuanto más oscura sea, más rica es en minerales y vitaminas B y C. Por ello, esta miel es la más indicada para personas anémicas y convalecientes, siendo muy valorada por deportistas, niños y mujeres. Cuanto más clara, más rica es en vitamina A.
Aquí repasamos sus múltiples cualidades y usos terapéuticos, que la convierten en una especie de farmacia natural que podemos tener en nuestra despensa:
Enfermedades del corazón y del aparato circulatorio. Es muy beneficiosa para las personas que sufren de insuficiencia coronaria o son propensas al infarto de miocardio. Esto es debido a que favorece la producción de fosfatos orgánicos por parte del hígado, que regulan el ritmo del corazón y favorecen el riego de las arterias coronarias. Además, por su elevada concentración de glucosa, posee una acción energizante sobre el corazón.
Anemia. Su acción reconstituyente es de gran utilidad en personas que padezcan de anemia o que estén convalecientes de una enfermedad infecciosa.
Enfermedades respiratorias y de los pulmones. Durante siglos se ha utilizado en el tratamiento de los catarros e inflamaciones de las vías respiratorias. Esto es debido a que los monosacáridos que contiene producen una secreción bronquial más fluida a la vez que inhiben el desarrollo bacteriano.
Trastornos digestivos. La miel produce un aumento de la secreción de las glándulas digestivas, como consecuencia de su contenido en fermentos digestivos y por la acción de la acetilcolina. Además, tiene una acción muy notable sobre la flora intestinal gracias a sus propiedades antisépticas.
Trastornos del sistema nervioso. Es un sedante que actúa sobre el sistema nervioso. Para las personas con insomnio, se recomienda tomar dos cucharadas antes de acostarse.
Problemas en los músculos y articulaciones. La miel posee un efecto reconstituyente muy beneficioso en los dolores musculares y de las articulaciones. Además, la energía que suministra posibilita una rápida recuperación sin someter al organismo a un complicado proceso digestivo, ya que los monosacáridos (responsables de suministrar la energía) se absorben rápidamente.
Enfermedades de la piel. Posee una importante acción cicatrizante en las afecciones de la piel (llagas, cortes y quemaduras), debido a sus vitaminas.
Otras aplicaciones medicinales. También puede resultar beneficiosa en enfermedades del hígado, el riñón y las vías urinarias, afecciones de la boca, colesterol, gripe, etcétera.
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