No te quites las zapatillas de entrenar ni para dormir. Tu gran mejora está en que mañana y pasado puedas volver a correr y para tener continuidad es imprescindible no lesionarse. Olvídate de zapatillas rápidas, no le vas a sacar ningún rendimiento y lo más probable es que te lesiones. Quizá te pueda parecer exagerado pero, corriendo, nuestro peso llega a multiplicarse por tres al impactar contra el suelo y unos kilos de más suponen infinito mayor esfuerzo y desgaste articular.
Pues bien, ya que corres por salud no te quites las zapatillas de entrenamiento aunque te puedas llegar a sentir más cómodo con las rápidas. Estar sano también incluye a tus piernas y tenerlas doloridas no es precisamente divertido. Nunca olvides por qué corres. Has avanzado mucho, sí, te ha costado mucho, también, pero no te descuides porque todavía puedes dar muchos pasos en falso y volver al punto de inicio.
Seguramente vengas del estadio anterior y estés pletórico descubriendo que la caja de escombros que tenías por cuerpo antes de empezar a correr es capaz hasta de moverse rápido. Te conviene tener memoria, tus queridas zapatillas de entrenamiento te han llevado hasta ahí, procura ser fiel. Eso sí, como premio puedes utilizar unas mixtas para tus competiciones de 10 kilómetros o tus series, pero nada más.
Bienvenido a la mayoría. Ahora haces series, corres diversas distancias y la inmensa mayoría de los mortales no corredores te dice que estás incluso delgado. Sigue con tus zapatillas de entrenamiento para eso, para entrenar, y sigue con ellas para afrontar tu maratón si vas a hacerlo por encima de las 3h:15. Por debajo de esa marca corre con unas mixtas. Solo para carreras de 10 kilómetros y series debes ponerte las rápidas (o zapatillas de competición puras) siempre y cuando te muevas en ritmos que ronden o bajen de los 3:30 min/km (chicas a ritmos inferiores de 4 min/km).
Puede que ya te suenen lejos los demás estadios pero no pierdas la perspectiva. Sigues siendo un atleta popular con responsabilidades fuera del atletismo. Correr riesgos estúpidos por arañar unos segundos no te va a dar de comer así que nunca dejes de rodar con tus zapatillas de entrenamiento. Utiliza las mixtas para cualquier entreno de pocos kilómetros, competición o series en las que vayas a ir a un ritmo comprendido entre 3:20 y 3:50 min/km (chicas entre 3:40 y 4:15 min/km). Guarda las de competición para ritmos inferiores. Recuerda todo lo que te ha costado llegar hasta aquí y, como dice el refrán, lo difícil no es llegar sino mantenerse.
Si eres un tirillas pero ves muy de lejos los ritmos altos o un tanque con aspiraciones de gacela, tranquilo, que no me he olvidado de ti. En el primer caso opta por subir un estadio y si estás en el segundo grupo y, con mucha precaución, bájalo. Así pues, un corredor de 75 kilos que sea capaz de correr a los ritmos señalados para el grupo de menor peso deberá orientarse por las recomendaciones de este y un corredor de 65 kilos que no consiga por ejemplo ir a ritmos por debajo de 4 min/km deberá optar por las de entrenamiento y ocasionalmente las mixtas. A modo de resumen: debes valorar el factor riesgo y tener en cuenta que no solo ganas velocidad con una zapatilla más rápida sino que aumentas el riesgo de lesiones. Intenta valorar qué ganas o qué pierdes.
Este es un tema complicado pero como regla general yo siempre digo que lo principal es llegar al examen. Para ello es imprescindible optar siempre por una opción conservadora que te permita llegar sin lesiones al día de la prueba. Para ello lógicamente optaremos por zapatillas de entrenamiento bien amortiguadas y seguras. Lo segundo y fundamental es aprobar y para ello has de ir con todo al día del examen, llámense zapatillas rápidas, voladoras, milleras, clavos o como quieras, la cuestión es aprobar. Ahora bien, esta afirmación tan rotunda y obvia tiene sus matices, pues no es lo mismo hacer una oposición cuya valoración sea apto o no apto que una de valoración numérica. Si te enfrentas a una oposición del primer tipo corre el riesgo justo y necesario para aprobar. Si por el contrario necesitas rascarle al crono lo máximo posible para sacar nota obviamente ve con todo porque tu futuro depende de ese segundo que puedas llegar a conseguir. Si para tu fortuna vas tan sobrado como para sacar la máxima calificación, hazlo con una zapatilla que te aporte más seguridad, no tientes a la suerte.
Además debes tener en cuenta...
1.- Pies cavos: Necesitan mayor amortiguación, pues su superficie de apoyo es inferior.
2.- Hiperpronación: Una pronación muy acentuada necesita zapatillas de mayor contundencia para poder soportar las presiones de torsión del pie.
3.- Historial de lesiones: Si tienes una ficha traumatológica que parece una enciclopedia deberás ser cauto en tus elecciones y procurar los menos riesgos posibles.
4.- Superficies duras: Aunque escribiendo este artículo he pensado en el típico corredor urbano, quiero advertir especialmente a aquellos que siempre corren por asfalto o acerados. Son superficies de naturaleza lesiva y debes procurarte un blindaje para tus piernas.
También te puede interesar:
|
|
|
|
Redacción Director: Redactor-Jefe: Redactor: Director Comercial: Diseño: |
Colaboradores Área de Entrenamiento: Jerónimo Bravo y Miguel Ángel Rabanal. Área de Material: Fernando Chacón y Kike de Diego Álvarez. Área de Salud: Enrique García Torralba y Doctor López Chicharro. Área de Nutrición: Viviana Loria Kohen. Área de Carreras: Ignacio Mansilla. Área de Trail: Miguel Caselles, Juan Antonio Alegre y Juanma Agejas. |