"Mientras más ligeras mejor"
Debes buscar ante todo, y según el objetivo, un equilibrio entre protección y rendimiento. Si optas por una zapatilla que te proteja poco es posible que seas carne de lesión y ni siquiera puedas desarrollar todo tu potencial como atleta. Opta por buscar aquella que, ofreciéndote una protección suficiente, te permita desarrollar la velocidad deseada.
"Necesito tener más de un par para no acostumbrar al pie"
Como vendedor especializado me congratula que pienses así, pero lo cierto es que no te hacen falta por obligación, sino que será el entrenamiento y la economía quienes marquen las necesidades. Si por ejemplo eres un atleta cuyas carreras difieren poco en ritmo a sus entrenamientos, bastará con que te pongas un solo para de zapatillas, las de entrenar, para todo. Si por el contrario eres un atleta de alto nivel que entrena a ritmos y distancias muy variadas, te harán falta varios pares.
"Tengo las buenas para competir y unas más normalitas para entrenar"
Si te paras a pensar cuantos kilómetros haces con una y con otra obtendrás la respuesta de cuál es más importante. En efecto, tu zapatilla de entrenamiento es la que te acompaña la mayoría de kilómetros y, por eso, es la que debes elegir con más esmero. Aunque el día D para ti sea más importante ya sabes que antes le precede un largo y laborioso trabajo. Añade además que las zapatillas de competición son, por lo general, tecnológicamente más simples, así que la diferencia entre las mejores y las normalitas no es tan amplia como en las de entrenamiento.
"Yo soy supinador, gasto el talón por fuera"
Siento defraudarte pero también los pronadores hacen eso. El desgaste del talón no es determinante para saber qué tipo de pisada tienes.
"Es que tengo el pie cavo"
Que tengas el pie cavo no significa que seas supinador, es más, posiblemente te obligue a pronar. La morfología del pie no es un factor determinante a la hora de conocer la pisada salvo en los casos de pie plano, que sí implican sobrepronación.
"Me hice la prueba en un gran centro comercial y me salió..."
Además de poco fiable, una máquina en unas manos inadecuadas solo hace entorpecer la labor. ¿Recuerdas aquello de "no es lo mismo conducir que circular"? Pues lo mismo ocurre con esto.
"Entonces iré a una tienda especializada a que me analicen la pisada"
Es como ir al farmacéutico para que te recete unas pastillas. En una tienda especializada que se precie como tal habrá personal con nociones básicas de podología y que te podrá ayudar o ponerte en la línea de cómo pisas, pero salvo que sea podólogo titulado, no pueden venderte que te analizan la pisada y mucho menos cobrarte por ello. Para analizar tu pisada de manera totalmente fiable tan solo puedes acudir a un podólogo deportivo.
"Si llevo plantillas debo elegir zapatillas de pisada neutra"
Eso dice la teoría y parece hasta lógico, pero como dice el refrán "la realidad supera a menudo a la ficción". Si tu pronación es muy acentuada o pesas mucho no descartes que además de tus plantillas debas llevar zapatillas con corrección que ayuden a la plantilla. La razón es que en ambos casos ni la una ni la otra aguantan por separado tanta carga. Seguramente tu podólogo no se muestre muy partidario y te diga que con la plantilla ya es suficiente, pero para demostrarle que se equivoca (más bien no predijo acertadamente) puedes llevarle fotos de tus apoyos en los kilómetros finales de una carrera. Creerme que os sorprenderéis.
"Las zapatillas duran..."
Depende del peso del atleta, la pisada, el terreno y sobre todo los kilómetros que hagas a la semana. Por decirte una cifra concreta, esta rondaría los 900 o 1000 kilómetros para una zapatilla de entrenamiento acorde a las características del corredor que las lleva. Unas mixtas pueden hacer entre 400 y 600 kilómetros y unas de competición no más de 300. Si optamos por llevar zapatillas ligeras, no acordes a nuestro peso, la vida útil se acortará de manera notoria.
"Corro por caminos, necesito unas de trail"
Las zapatillas de trail no son para el parque, son para meterse en "fregaos" de verdad. Aunque existen modelos para carrilear, si corres por el típico camino de parque o con buen piso, la zapatilla de asfalto está mejor dotada que la de trail por ser más flexible, amortiguada y blanda. Para sacarle partido a tu zapatilla de trail deberás buscar terrenos más exigentes y abruptos.
"Y para pista unos clavos"
Al igual que las zapatillas de trail, las zapatillas de clavos tienen un uso muy limitado y aunque su terreno natural es la pista no todo lo que se corre sobre sintético se hace con clavos. Son zapatillas para atletas muy experimentados que corren a velocidades muy altas y carecen de prestaciones como la amortiguación o la estabilidad. Así pues, son altamente lesivas.
"Esta marca de zapatillas es tal o cual"
Quizá es este el padre de todos los mitos y seguramente lo que muchas marcas desean, que se asocie su producto de manera automática a unas cualidades determinadas. Mi consejo es que aun dando por entendidas algunas cualidades, pruebes tu zapatilla antes de comprarla porque incluso de una edición a otra el enfoque puede ser distinto, la horma, la amortiguación, etc. Tómate tu tiempo, repasa y deja que el pie dicte sentencia. Tus piernas te lo agradecerán.
También te puede interesar:
|
|
|
|
Redacción Director: Redactor-Jefe: Redactor: Director Comercial: Diseño: |
Colaboradores Área de Entrenamiento: Jerónimo Bravo y Miguel Ángel Rabanal. Área de Material: Fernando Chacón y Kike de Diego Álvarez. Área de Salud: Enrique García Torralba y Doctor López Chicharro. Área de Nutrición: Viviana Loria Kohen. Área de Carreras: Ignacio Mansilla. Área de Trail: Miguel Caselles, Juan Antonio Alegre y Juanma Agejas. |