adidas Energy Boost: la amortiguación más reactiva

Desde la marca alemana anunciaban el lanzamiento de BOOST como una revolución que cambiará para siempre la experiencia de correr. Después de haber probado a fondo la adidas Energy Boost (primera zapatilla que la incorpora) podemos afirmar que han dado en el clavo con esta ambiciosa e innovadora tecnología para la mediasuela en la que llevan trabajando casi una década. BOOST es un material desarrollado por BASF, líder mundial en la industria química, compuesto por miles de minúsculas bolas de tetrapoliuretano (TPU) que se expanden a cierta presión y temperatura, proporcionando una amortiguación y retorno de energía que desde adidas calculan en un 50% superior a las de cualquier espuma EVA habitualmente utilizadas en las zapatillas de running.

Estas bolitas de TPU en la mediasuela le confieren su inconfundible identidad. A simple vista, puede recordar a las bolas de poliespán de las cajas de corcho blanco, pero nada más lejos de la realidad. Se trata de un material muy duro y resistente (intentamos rayarlo con una llave, sin conseguir deteriorarlo lo más mínimo, ni siquiera hacerle una pequeña muesca), a la par que almohadillado y moldeable. Como pudimos comprobar, una bola de acero lanzada sobre una plancha de BOOST rebota mucho más que sobre una de EVA. Y debido precisamente a su resistencia, no hay peligro de que se deteriore por las piedras u otros elementos que la puedan alcanzar mientras corremos. Después de casi 100 kilómetros de rodaje con ellas, muchos de ellos por terrenos irregulares con zonas de piedras afiladas y ramas, el compuesto de la mediasuela no había sufrido deterioro alguno.

Otra cualidad de BOOST es que no pierde sus propiedades básicas ni con el paso del tiempo ni por las temperaturas extremas (fueron probadas entre -20 y 40 ºC por los especialistas de adidas), algo que sí ocurre con la EVA estándar. Desde el primer paso que des con ellas hasta el último, va a mantener intactas sus propiedades de amortiguación y respuesta. Además, y aunque esto no lo hemos podido comprobar aún, desde adidas aseguran que la durabilidad de BOOST es bastante mayor de lo habitual, lo que redundaría en la vida útil de la zapatilla.

En la Energy Boost, la primera zapatilla que utiliza esta tecnología, han utilizado una mediasuela 100% de BOOST, pero en futuros modelos la idea de adidas es combinar, en diferentes proporciones, el BOOST con la EVA y añadir además otras tecnologías de la marca alemana. En abril ha salido al mercado la adistar Boost, que incorpora su tradicional Formotion (elemento de corrección de la pisada), por lo que será mejor opción para un corredor más pesado que busque mayor estabilidad en su pisada y una amortiguación no tan reactiva. Y para julio anuncian el lanzamiento de la adizero adios Boost para los runners más rápidos. Se trata de dar a cada tipo de corredor lo que necesita, pero apostando fuerte por BOOST.

adidas Energy Boost

Entremos a explicar a fondo las sensaciones que nos ha dejado la Energy Boost, una zapatilla que ofrece la gran amortiguación que promete BOOST pero que (y esto es lo que más nos ha sorprendido) tienen una reactividad sobresaliente a altas velocidades. Con su gran retorno de energía se consigue optimizar la carrera, sobre todo si tienes una buena técnica. En cualquier caso, a los runners que talonan al correr, esta zapatilla les ayudará a talonar menos gracias a su perfil bajo, haciendo más uso de la zona del mediopie debido a su estructura, que favorece la respuesta en la fase del impulso y el despegue. Conforme aumentas el ritmo, se nota más el BOOST.

Lo que más nos ha gustado es su perfecta conjunción de amortiguación y respuesta, una combinación difícil de encontrar. Ambas cualidades nos han resultado más evidentes en asfalto que sobre tierra. Y aunque en principio la estabilidad no es su punto fuerte (será mejor en la futura adistar Boost), tampoco nos ha decepcionado en este sentido, y ello se lo debemos agradecer a un drop de tan solo 10 mm (que le da una buena sensación de terreno), y a la placa de Torsion ligeramente extendida, desde el talón hasta la puntera, que ayuda a minimizar el retroceso del pie y le aporta estabilidad.

Otra de sus grandes novedades la encontramos en su upper en Techfit, tejido elástico, ligero y de gran resistencia que adidas ha utilizado en los últimos años para sus prendas de compresión. En el upper de la zapatilla consigue el efecto de acoplarse al pie como una segunda piel flexible y además termosellado, sin costuras, para mayor comodidad, aunque necesita unos minutos hasta lograr la sensación de ajuste perfecto. La primera impresión es que calzan poco al quedar algo ceñidas, y hay quien tras haberlas probado dice sentirse más cómodo con medio número más del que habitualmente calza. Esto va según gustos (y tipologías de pie) pero sí te recomendamos probártelas bien antes de decidir tu número. En cualquier caso, una vez hecho el pie a las zapatillas, el upper es realmente cómodo. La principal duda que nos puede plantear es su transpiración en días calurosos, algo que aún no hemos podido comprobar.

En resumen...

En las adidas Energy Boost hemos encontrado unas sensaciones impresionantes de amortiguación y respuesta. Rodando a ritmos medios notas su potente amortiguación, pero cuando vas rápido es cuando puedes sacarle todo el partido a la que consideramos es su principal cualidad: una respuesta que te invita a correr todo lo rápido que tus piernas puedan. Como sabemos que hay mucho runner escéptico con esto de las tecnologías, les recomendamos a todos ellos que la prueben y experimenten su reactividad y unas sensaciones novedosas.

· Peril de usuario: En principio va dirigida a un amplio espectro de corredores, aunque el perfil ideal para esta zapatilla dinámica de entrenamiento y competición sería un runner de ritmo medio y medio-rápido, de pisada neutra, de peso medio o ligero, y que busque una amortiguación blanda y reactiva.

Peso: 282 gramos.

PVP: 150 euros.

Más Información: www.adidas.com/boost.