Elena Espeso: "Seguiré hasta que las lesiones me retiren"

¿Cuáles son tus objetivos para la presente temporada?

Me la voy a tomar con mucha calma. Quiero recuperar las sensaciones. Y aunque no voy a estar a punto para el inicio de la temporada de cross, creo que sí llegaré para el final. Voy a tratar de hacer un buen Campeonato de España que me de la posibilidad de acudir al Mundial de Polonia, aunque está muy difícil entrar y se puede complicar bastante.

¿Por qué no acudiste al Campeonato de España de Medio Maratón de Tordesillas?

Estaba muy próximo al maratón olímpico que acababa de correr. De haber ido, lo habría hecho por mi club, A.D. Marathon, al que estoy muy agradecida, sobre todo a Guillermo Ferrero. Siempre se han portado fenomenal conmigo.

¿Qué maratones correrás este año?

No pensaba correr ninguno ni este invierno ni esta primavera. En 2012 he realizado dos maratones muy seguidos (Barcelona en marzo y el olímpico de Londres en agosto) y el cuerpo se tiene que recuperar. Ponerme a entrenar para hacer un maratón en abril, y luego si consigo marca para el Mundial, hacer otro en septiembre, es demasiado. Soy muy conservadora en ese sentido. Lo que sí que quiero es hacer un buen medio maratón; un buen tiempo. Con eso a lo mejor la Federación puede contemplar algo interesante. Quiero ser longeva en mi vida atlética.

¡Cómo te ha cambiado la vida en dos años! ¿no?

Sí sobre todo en este último. Desde la marca mínima en Barcelona ha habido un cambio radical. De ser una mamá de familia y pensar en los peques, en el trabajo y en el entrenamiento, me he visto envuelta en una dinámica en la que he descubierto el mundo de la alta competición, y de todas las consecuencias que ello conlleva.

¿Es compatible ser atleta de élite con tu vida profesional y laboral?

Hasta los Juegos Olímpicos de Londres hemos llegado muy bien, pero a partir de ahora ya se complica un poco. Lo hemos compatibilizado bien gracias a que he tenido facilidades y a que mi marido se ha cogido meses sin sueldo. El trabajo no puedo dejarlo por los gastos que tenemos en casa. No llegaríamos a pesar de las ayudas económicas que recibo. Además esas ayudas son únicamente por un año. Hay que trabajar y a partir de ahí compatibilizar familia, trabajos y entrenamientos. Esto ha sido la norma en mi vida.

¿Y no es triste esta situación en un atleta de élite?

Pues sí. Vi un reportaje de un antiguo deportista de élite que se encuentra sin trabajo y que está buscando uno. Se podrían dar facilidades a este tipo de gente. Ahora las cosas están muy mal en España, pero seguro que hubo años de bonanza que desconozco porque yo nunca había estado en este mundillo. La situación actual no es buena y esto también repercute en la Federación. Desde luego cuando todo estaba bien, las ayudas económicas a los atletas podían haber sido más prolongadas en el tiempo.

¿Llegarías más lejos si tu único trabajo fuera entrenar?

Mejoraría seguro. Sin madrugar, sin la vorágine de los peques que están en el cole hasta las cinco, me podría levantar tranquilamente sin prisas, desayunar, entrenar, ir al fisio por la mañana, etcétera. Sería una vida de lujo. Firmaría eso dónde fuera.

¿Qué se puede hacer para que la gente se inicie en el atletismo a una edad más temprana?

Trabajar las escuelas deportivas y enganchar a los niños en los colegios a través de las actividades que propongan las AMPAS. En Alcorcón por ejemplo, que es donde entreno, Juan Carlos Marrero, el Presidente del Club de Atletismo Alcorcón, está haciendo un buen trabajo. En cualquier caso se necesita la ayuda de los ayuntamientos, que tienen que volcarse en ello para que los niños participen en actividades o competiciones.

Cómo profesora de Educación Física, ¿intentas inculcar el amor por el atletismo a tus alumnos?

La carrera de resistencia es lo que peor llevan. Trato de engancharlos por el lado positivo. No les castigo con dar vueltas al patio como hacen otros profesores, sino que procuro que vean esta manera de correr como algo saludable, no agobiante, de trabajo de día a día. No quiero que vean que deben machacarse ese día para sacar sobresaliente. De esa manera cogen un odio al trabajo de fondo que entiendo perfectamente.

¿Tus alumnos saben de tus éxitos?

Sí lo saben. Se meten en internet e investigan por su cuenta. Me dicen que me han visto en la red en esta o aquella competición. Es muy gracioso. Imagino que esto a lo mejor les motiva para entrenar más. Se fijan hasta en la marca que me viste, New Balance, sobre todos los de bachillerato.

¿Pensaste que llegarías a ser olímpica?

No lo pensé nunca hasta que corrí en Hamburgo. Si pese a la Bacteria E.Coli obtuve un buen tiempo, me propuse que al menos debía intentar hacer una marca mínima. No sabía si podría, pero como soy feliz entrenando, lo iba a disfrutar seguro. Me pedí semanas sin sueldo y llevé una vida de lujo; entrenar, descansar, comer bien, los peques por la tarde, etc Lo intenté, y podía haber sido que no, pero salió que sí. Así que muy feliz.

¿Y cómo fue la experiencia de los Juegos de Londres?

Fui feliz, antes de la competición, durante y después, pese a que el tiempo de carrera salió peor de lo que esperaba. En fin, se hizo lo que se pudo. Me impactó mucho el hecho de estar en la Villa Olímpica compartiendo espacio y tiempo con gente que siempre he admirado, como Tirunesh Dibaba, Bolt... ¡No me lo creía! Hablé con muchos otros deportistas. En cuanto al maratón en sí fue impresionante. Sobre todo por la animación del público. Fueras o no británico, la gente estaba completamente volcada. Se te ponía la piel de gallina. No hubo ni un tramo de la carrera sin público. Estaba todo completamente lleno. No había ni un hueco, y eso pese a la lluvia que cayó. La gente estaba apostada con sus paraguas y no se movía nadie. Todo el mundo aguantó el chaparrón de principio a fin.

¿Has recordado tu primer maratón (su marido la animó a que probara esa experiencia completándolo en un tiempo de popular) alguna vez durante la alta competición?

Nunca lo he pensado durante una competición, aunque sí a posteriori. Sobre todo cuando hice la mínima en el Maratón de Barcelona. Hace diez años entrenaba un día sí y dos no. Con eso me planté en mi primer maratón en Madrid. Me parecía extraordinario ver que la gente pudiera llegar a meta como llegaba, con ese esfuerzo. Cuando lo vi fue cuando me planteé que quería hacer un maratón. Fue a mis casi treinta años.

¿Ha cambiado mucho tu entrenamiento con el salto a la alta competición?

Sí. En Hamburgo quería hacerlo lo mejor posible y acercarme a una buena marca. Entonces entrenaba sin entrenador y sin ritmos. Por mi zona de entrenamiento tengo un mil medido, de subidas y bajadas. Esa era toda mi referencia. Nunca había hecho miles en pista. Ya tenía a mis hijos y la falta de tiempo libre no me permitía estar yendo a una pista de atletismo. Los consejos de mi amiga Beatriz Ros para hacer algo decente en Hamburgo, me vinieron muy bien. Luego conocí a Antonio Postigo, justo un mes antes de ir a ese maratón, y también me ayudó muchísimo.

¿Qué parte de entrenamiento lleva Antonio Postigo, cuál Ludis (su liebre) y cuál tu marido?

Hemos hecho un equipo muy bueno. Mi marido se encarga de los peques, y para ello ha estado sin trabajar y sin su sueldo. Ludis me hace de liebre y me ayuda en todos los entrenamientos de calidad y en los rodajes largos, y Antonio está volcado al cien por cien con el objetivo. Les debo mucho, y ya no sólo ellos, sino también a sus familias. Muchas veces hemos tenido que traer a los niños al parque donde entrenamos porque a lo mejor mi marido ese día no podía hacerse cargo de ellos. Se juntaban mis peques, la peque de uno y los peques del otro. Otras veces, si la mujer de Luis no se podía hacer cargo de la niña, se la dejaba a mi marido. Hemos sido un equipo. Siempre nos quedamos con la figura del entrenador, de la liebre y del atleta, pero hay una parte importante detrás que no se ve. Es una ayuda de la que necesitamos disponer, y si no es por ella, como mi marido, pues no habríamos podido hacer muchas cosas.

¿Cómo fue el episodio de la Bacteria E.Coli en Alemania?

Estuve nueve días ingresada en Hamburgo y siempre habrá algo que se quede en el aire acerca de cómo contraje la bacteria. Compartí habitación con una chica alemana con la que me sigo comunicando por email. Todavía hoy me cuenta que siguen sin saber el origen de la infección.

Llegaste a meta con las piernas ensangrentadas por la descomposición que sufriste; ¿pensaste en abandonar?

Para ese maratón había sacrificado mucho, sobre todo tiempo y sueldo. Con todo el esfuerzo invertido me planteé: ¿cómo me voy a retirar habiendo llegado hasta aquí? Era mi objetivo del año y había entrenado muy a gusto para ese maratón. Soy muy tenaz y muy constante, y cuando algo se me mete en la cabeza tengo que conseguirlo. Sólo pensé en terminarlo y terminarlo.

¿Qué carrera o maratón sueñas con vencer?

Me gustaría ser Campeona de España de distancia larga; ganar el campeonato de Medio Maratón o de maratón. También el de cross, pero está muy caro.

¿Cuántos kilómetros entrenas a la semana cuando preparas un maratón?

La semana que más hago son 160 kilómetros. No son muchos, pero para mí están bien.

¿Hasta cuándo tendremos Elena Espeso?

Seguiré hasta que las lesiones me retiren. Espero no llegar nunca a ese punto. Que una lesión me retire sería muy triste.

¿Habrías llegado más lejos en el atletismo si hubieras empezado un poco antes?

Nunca se sabe. A lo mejor una lesión me habría retirado para siempre. Los corredores de élite sufren mucho desgaste en su juventud. No lo se; estoy muy feliz con mi vida y como he ido planteando las cosas en ella. Siempre he querido lo que hecho y nunca me he sentido obligada, ni sacrificada por las presiones. Mi lema es disfrutar por el camino todo lo que haces. Todo lo que sucede, sucede por algo. Me dediqué a estudiar una oposición y tengo mi plaza. De otra forma a lo mejor no la hubiera conseguido.