1.- Ten paciencia. Imprescindible si no queremos frustrarnos a las primeras de cambio. El running es un deporte muy agradecido, ya que permite progresar a todos los practicantes y no necesita de una técnica complicada como el tenis o el fútbol. Se trata de correr, algo sencillo y natural. Por eso hay que saber que nuestro primer objetivo debe ser ganar resistencia, sin más.
2.- No corras todos los días. Podríamos decir que es el clásico error de los corredores principiantes. El afán de querer ser constante y disciplinado nos lleva a querer correr 5 o 6 días a la semana, un error que solo hará que acabemos con agujetas al segundo día de entrenamiento. Durante las primeras semanas basta con entrenar tres o, como mucho, cuatro días. Estás empezando, no te quemes.
3.- Alterna la carrera con el paseo. Durante el primer mes es conveniente que, mientras acostumbramos a nuestro organismo a la carrera continua, alternemos andar con correr. Los primeros días podemos hacer un entreno que consista en: andar 5 minutos, correr 5 minutos, andar 5 minutos, correr 5 minutos. Según pasen las semanas, iremos aumentando el tiempo de carrera y restando tiempo de caminar.
4.- Aumenta el volumen de forma moderada. Como decíamos antes, el running es un deporte muy agradecido en el que rápidamente se nota nuestra evolución, especialmente durante los primeros meses, que pasamos de ser sedentarios a corredores populares. Aunque te empieces a notar más fuerte al cabo de un tiempo, trata de no incrementar más de un 10% el volumen de kilómetros de una semana a otra.
5.- Acostúmbrate a trabajar la flexibilidad. Con la experiencia aprenderás que no todo en el running es correr. Desde tus primeros días sería bueno que te acostumbraras a estirar (antes y después de la sesión) e incluso que introdujeras algunas sesiones con estiramientos más específicos. Este trabajo es una inversión a largo plazo que nos permitirá mejorar como corredores en un futuro.
6.- De momento, olvídate de las series. Tus amigos corredores te dirán una y mil veces que con las series se da un salto de calidad como corredor. Es cierto, pero para eso antes hay que ser corredor. Durante tus primeros meses céntrate en los rodajes de carrera continua, y no introduzcas series en tu plan de entrenamieno hasta que no tengas una condición de base sobresaliente. Las series sirven para mejorar como corredor cuando la carrera continua por sí sola ya no puede hacernos progresar más.
7.- Filtra los consejos que recibirás. Dentro del entorno del running te mezclarás con todo tipo de corredores, cada uno con sus métodos y filosofía. Escucharás mil consejos, advertencias y recomendaciones, algunas de ellas acertadas y otras no tanto. Nosotros te recomendamos que aprendas de tus propias experiencias y no te tomes como dogmas lo que te cuenten otros corredores. Lo que a uno le ha ido bien, no tiene porqué funcionarle a los demás.
8.- Date tiempo para debutar en una carrera. Para un corredor una prueba popular es un caramelo, el escenario en el que se muestran los resultados del trabajo acumulado. La impaciencia del atleta novel por participar cuanto antes en una carrera puede llevarle a tener una mala experiencia en su debut. No tengas prisa por debutar, prepárate bien y asegúrate de acudir a una cuando tengas un fondo que te permita acabar sin sufrir. Con el tiempo, te acabarás hartando de carreras.
9.- El maratón, por la televisión. Escucharás, leerás y te dirán mil cosas sobre la sensación de correr un maratón. Sin duda alguna, para muchos atletas experimentados esta prueba supone la última frontera del atletismo, pero para ti todavía es una utopía. Ni se te ocurra plantearte un maratón durante tus primeros meses como corredor. Para afrontar una prueba así necesitas estar curtido en pruebas de diez kilómetros y sumar varias medias maratones.
10.- Las zapatillas, elemento clave. Para correr bien equipado, solamente te hacen falta unas buenas zapatillas. El resto de la indumentaria puede ser un short tradicional y una camiseta transpirable cualquiera. Pero con el calzado hay que ser meticuloso. Compra tus primeras zapatillas de running en una tienda especializada y déjate asesorar por los dependientes. No busques la zapatilla más barata, ni la más bonita, ni la que sea de mejor marca. Escucha los consejos del especialista que te atienda.
11.- El descanso es prioritario. Si vienes de una vida sedentaria y has cogido el running con ganas, pronto aprenderás que el descanso es a veces casi tan importante como el propio entrenamiento. Si no se descansa bien, no se entrena bien. Aprende a escuchar a tu cuerpo y si ves que un día has tenido demasiadas obligaciones laborales o familiares y no has podido dormir lo necesario, aplaza el entrenamiento. Es peor entrenar sin fuerza o sin ganas que no entrenar.
12.- No te obsesiones con los hidratos. Aunque los hidratos de carbono sean la gasolina del corredor, nuestro organismo necesita otros muchos nutrientes: proteínas, minerales, cereales... No te obsesiones con la pasta, pues hay otros alimentos que también pueden aportarnos hidratos de carbono. Por último, ten en cuenta que si ahora estás gastando más energía que en tu anterior vida sendetaria, necesitarás recuperar ese gasto con alimentos saludables.
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Colaboradores Área de Entrenamiento: Jerónimo Bravo y Miguel Ángel Rabanal. Área de Material: Fernando Chacón y Kike de Diego Álvarez. Área de Salud: Enrique García Torralba y Doctor López Chicharro. Área de Nutrición: Viviana Loria Kohen. Área de Carreras: Ignacio Mansilla. Área de Trail: Miguel Caselles, Juan Antonio Alegre y Juanma Agejas. |