Simbólica edición de los 100 kilómetros de Cantabria

Una de las carreras más emblemáticas del ultrafondo mundial en ruta quedó huérfana en este año 2012. Debido a la falta de apoyo por parte de los patrocinadores y del municipio en el que se disputaba (Bezana), los míticos 100 kilómetros de Cantabria no han podido celebrar la que hubiera sido su trigésimo tercera edición. Hablamos de una carrera legendaria en lo que a atletismo de fondo en carretera se refiere, una prueba que ha albergado campeonatos del mundo de 100 kilómetros.

Pero Ramón Álvarez, un corredor romántico y uno de los mejores atletas de ultrafondo de nuestro país, decidió tomar la iniciativa de correr de forma no oficial la distancia de 100 kilómetros entre el País Vasco y Cantabria, partiendo desde el Castillo de Avellanada y llegando al Palacio de la Magdalena, un lugar emblemático e histórico para esta prueba, pues en doce ocasiones (desde 1980 hasta 1991) fue meta de la misma.

Así, el mismo día que tenía que haberse disputado la trigésimo tercera edición oficial de los 100 kilómetros de Cantabria, el 29 de septiembre, Ramón Álvarez partía a las 7:00 de la mañana desde su lugar de origen. Dando la salida, el organizador y alma máter de la prueba, José Soto Rojas. Un ciclista y dos atletas del club Ultrafondo Cantabria (José Antonio Soto Conde y Javier Río) acompañaron en distintos tramos a Ramón, quien se encontró en la línea de meta a numerosos amigos y al propio organizador, José Soto Rojas.