Mes negro para el atletismo de elite

La tercera semana del mes de enero ha sido negra para el atletismo internacional. Hasta cuatro atletas de elite han perdido la vida en diferentes lugares, circunstancias y motivos. El joven maratoniano Alemayehu Shumye, de tan sólo 24 años, falleció el pasado 11 de enero en Addis Abeba como consecuencia de un accidente de tráfico, según informó la IAAF. Shumye, que se encontraba en su país recuperándose del recién disputado Maratón de Xiamen (China), en el que había sido décimo, era un atleta con una mejor marca personal de 2h:08:46 (Frankfurt, 2009). Este verano había ganado el maratón australiano de Gold Coast, una victoria que añadía así a otros triunfos cosechados en otras carreras de 42 kilómetros como el Maratón del Riso (Italia), el de Varsovia (Polonia) y el de Beirut (Líbano).

Pocos días después fallecía el medallista olímpico mexicano Noé Hernández, plata en Sydney 2000 en los 20 kilómetros marcha. Fue a consecuencia de un paro cardíaco, tan solo dos semanas después de haber sido tiroteado y recibir una bala en la cabeza. A sus 34 años, Hernández convalecía en su casa tras el disparo recibido en un bar de la zona metropolitana a finales de diciembre, lo que ya le había provocado la pérdida de un ojo. Era el responsable de la Oficina del Deporte de un municipio del estado de México.

El mes finalizaba con las trágicas muertes de Goumri y Kimobwa. Un accidente de tráfico cerca de Rabat, en el caso del marroquí, y una dolencia estomacal, en el del keniano, han sido los causantes de ambos fallecimientos. Abderrahim Goumri, que había conseguido ganar 4 Majors atesoraba una mejor marca personal de 2h:05:30, conseguida en el Maratón de Londres de 2008. En la actualidad cumplía una sanción por doping y como consecuencia de la misma se había perdido los últimos Juegos Olímpicos. Por su parte el atleta de Kenia Samson Kimobwa, antiguo récord del mundo de 10.000 metros en 1977 (27:30.05 en Helsinki), desaparecía en su país a los 58 años.