La Asics Fuji Sensor 2, zapatilla neutra de 363 gramos en la talla 10 USA, se presenta como el tope de gama en zapatillas de trail de la marca. Es la segunda versión de estas Sensor desde que se incorporaron a la colección Fuji, y una auténtica revolución estética y tecnológica respecto a la anterior versión, presentando muchísimas novedades.
La amortiguación es agradable, configurada a través de dos inserciones del clásico GEL de Asics en el talón, y una buena cantidad de solyte de dos densidades en toda la mediasuela, unido a una plantilla de solyte 45 interna. Con todo ello, a priori podrían parecer bastante blandas, pero una vez que te las calzas y te pones a correr con ellas, notas que son bastante firmes, debido en primer lugar a que a pesar del grosor de la medisuela, la amortiguación tiene poco recorrido, lo cual ayuda a no estirar en exceso los aquiles y dotar de mayor estabilidad a la zapatilla, y en segundo lugar a que son unas zapatillas conceptualmente creadas para corredores de peso alto, por tanto la amortiguación tiene que ser consistente para aguantar el peso. De hecho, me llamó la atención que en los primeros minutos la notas incluso dura (es posible que debido a mi peso), pero después, a medida que transcurren los kilómetros, la amortiguación se calienta y va siendo más confortable. Aunque la sesión sea larga, la amortiguación se mantiene, lo cual las hace unas auténticas tragakilómetros y, en efecto, con ellas he hecho tiradas por el monte de hasta 30 km perfectamente.
La estabilidad es el plato fuerte de esta zapatilla, y con seguridad uno de los cambios respecto de la Sensor anterior, ya que de todos los modelos Asics que he probado, es la más estable. Dinámicamente se notan los cambios introducidos, sobresaliendo la suela plana que ofrece contacto total con el suelo, así como las vigas de TPU rígidas en la zona del arco. Todo ello otorga bastante estabilidad lateral, y una correcta flexibilidad dejando fija la zona del arco.
La suela presenta unos grandes tacos triangulares, con tecnología AHAR+ en las zonas de abrasión. Estos tacos funcionan muy bien en zonas de arena, proporcionando tracción subiendo y seguridad bajando. Las he probado corriendo en descensos por senderos arenosos resbaladizos y de piedras pequeñas, donde me han ofrecido mucha seguridad; sólo he visto que no agarran del todo bien en roca húmeda, como la mayoría de las zapatillas de trail. Además, con la suela plana han conseguido que se gestione muy bien el barro, sin crear esas molestas acumulaciones.
La horma es estrecha y el collar bajo. La zapatilla viene preparada para usarse con su plantilla de serie, muy finita, y puedes tener problemas si quieres introducir tus plantillas personalizadas, en este sentido recomiendo probar bien, para acertar en la talla, yo hubiera ido más cómodo con medio número más.
El Upper viene muy mejorado respecto a otras versiones, manteniendo la protección en la puntera de los dedos y el bolsillo guardacordones. Además, el textil es unicapa y muy transpirable, y los laterales ofrecen un agarre adaptativo a tu pie con unas cinchas termoselladas laterales que, junto con la cordonera, dota a la zapatilla de un comportamiento unido entre suela y upper, algo importante para que no existan deslizamientos laterales.
La durabilidad es excelente, sin duda la zapatilla más duradera que he probado en mi vida. Tras todos los kilómetros de las diferentes sesiones de montaña que he hecho para esta prueba, no hay ningún signo de desgaste en la suela o de fatiga en la mediasuela. Estoy tremendamente sorprendido, ¡tienen pinta de ser eternas!
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Colaboradores Área de Entrenamiento: Jerónimo Bravo y Miguel Ángel Rabanal. Área de Material: Fernando Chacón y Kike de Diego Álvarez. Área de Salud: Enrique García Torralba y Alberto Sacristán. Área de Nutrición: Viviana Loria Kohen y Miguel Ángel Rabanal. Área de Carreras: Ignacio Mansilla y Alejandro de Ancos. Área de Trail: Miguel Caselles, Juan Antonio Alegre y Juanma Agejas. |